Al tomar la decisión de adquirir un auto nuevo o usado, muchas otras están por venir. Una de ellas radica en la selección de un “lease” o un préstamo para el plan financiero con esta nueva propiedad.
Pero, ¿cuál es la diferencia entre uno y el otro? ¿Qué ventajas o desventajas tienen? ¿Quién opta por cuál de las alternativas? Ante estas preguntas, hemos decidido ofrecerte una breve guía de cada uno de los términos y sus características.
Hablemos de un “lease”
También conocido como arrendamiento, se trata de una modalidad financiera que, tras la firma de un contrato, posibilita a la persona usar ese auto por una cantidad limitada de tiempo o millas. A través del “lease” no te conviertes en dueño del carro y debes devolverlo cuando el tiempo o millaje estipulado en el contrato finalice.
Según la Oficina para la Protección Financiera del Consumidor de Estados Unidos, es probable que los pagos mensuales en esta modalidad sean menores, pero van dirigidos a la depreciación del vehículo más los cargos de alquiler.
Otra consideración que debes tener en mente es la responsabilidad de pagos de cargos de cancelación al finalizar el contrato. Por su parte, otro factor que debes tomar en consideración es que puedes comprar el vehículo una vez finalice el contrato de arrendamiento. Regularmente, un “leasing” puede ser de dos a cuatro años o entre 10 mil a 15 mil millas.
Las personas que gustan de tener un auto nuevo regularmente o quieren optar por un modelo lujoso frecuentan el “lease” como opción financiera. De igual manera, esta opción ayuda a quienes deben tener la última tecnología en los vehículos y a quienes cambian de carro con frecuencia.
Ahora bien, los préstamos son…
Por su parte, los préstamos presentan la opción de solicitar una cantidad de dinero acordada directamente desde la institución bancaria seleccionada. Es con el préstamo que aceptas pagar una cantidad estipulada más el cargo financiero al que se llegue en acuerdo. La cantidad de pagos o tiempo de responsabilidad de pago varía según el acuerdo al que se llegue.
Con este préstamo, pagas directamente al comercio donde adquiriste el vehículo y tu contrato se mantiene entonces con la institución financiera seleccionada.
A través de los préstamos puedes comparar precios y opciones de crédito para conocer lo más que sea de tu alcance económico. Aunque los pagos sean más altos que en un “lease”, una parte de cada uno de ellos va hacia el precio de compra del carro.
A diferencia del arrendamiento o “leasing”, con la opción de préstamo no hay límite de millaje y es el comprador quien asume el riesgo de la depreciación del vehículo. Regularmente, un plazo de pago de préstamo para financiar carros puede durar de cuatro a seis años.
Las personas que más frecuentemente recurren al préstamo son los que tendrán o quieren tener un carro por muchos años.
Ahora tienes una visión más abarcadora sobre el préstamo y el “leasing” y las ventajas y desventajas de cada uno. Recuerda antes de tomar una decisión, que para ambas opciones debes considerar tu plan de gastos mensuales, determinar cuánto más puedes pagar y cuál de las dos opciones se ajusta a tus necesidadesdes de estas manera podrás elegir la opción más conveniente para ti.